La maestra María de Lourdes López Mendoza comparte su experiencia en el Programa de Acción Comunitaria de la CEAS en mesa de diálogo.

«Yo les comento [a los prestadores]: si tienen que repetirles el abecedario cien veces, háganlo, pero háganlo de forma amorosa», comparte la maestra.

Guadalajara, Jalisco, México.

 

Resiliencia. En este concepto convergieron los miembros de la mesa de diálogo “Los derechos humanos frente a las infancias en situación de vulnerabilidad”, actividad inaugural de la Red de Egresadas y Egresados de la Maestría en Gestión y Desarrollo Social del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, en el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos.
 
En la instauración de esta red asistieron autoridades del centro universitario, particularmente de esta maestría: el doctor Cuauthémoc Mayorga Madrigal, coordinador de posgrados del centro; el doctor Ricardo Fletes Corona, jefe del Departamento de Desarrollo Social y uno de los fundadores de la maestría; el doctor Igor González Aguirre, excoordinador de la maestría y docente, y el maestro Juan David Covarrubias Corona, actual coordinador.
 
El compromiso social para atender problemas sensibles fue reconocido puntualmente por el doctor Mayorga. Antes de dar lectura al acta constitutiva, él señaló cómo esta maestría se coloca a la vanguardia de todo el centro universitario al ser la primera en avanzar en su consolidación ante Conacyt con esta red de egresadas y egresados.
 
El doctor Ricardo Fletes Corona hizo un recuento de cómo inició esta maestría hace quince años, uniendo a los programas de las maestrías en Trabajo Social y en Desarrollo Social, y la Especialidad en Educador de Calle. El doctor resalta la importancia de los saberes que incorpora este programa académico, pues estos son recogidos desde los diálgos con las personas con las que se trabaja, y los que se añaden a la teoría y metodología previos. Es desde el compromiso humano que los profesionales han creado este espacio por y para personas que dedican sus vidas a mejorar las condiciones de otras.
 
La maestría ha privilegiado la acción social, como comenta el doctor González Aguirre. La misión ineludible, nos dice, es pues «incidir en la conversación pública», en tanto que «producir una esfera pública lo suficientemente deliberativa es un buen acicate a cualquier rasgo centralista y autoritario que pudiera atravesar un sistema político como el nuestro».
 
147 egresadas y egresados en siete generaciones, más 24 nuevos profesionales que se suman con la última generación, son especialistas que han comenzado a ocupar espacios institucionales, por ejemplo, para atender los problemas sociales más urgentes, según datos del maestro Juan Covarrubias.
 
Es en este panorama, después de una década y media de la fundación de la maestría, en donde se desarrolla la mesa de diálogo de egresadas y egresados como el primer evento que consolida su red. Participaron María de Lourdes López Mendoza (encargada operativa del Programa de Acción Comunitaria de la CEAS, UdeG), Mariana Aguirre González, (representante enlace de la Defensoría de los Derechos Universitarios, UdeG), Amanda Marisol Cabrera Llamas (directora general del Colectivo Pro Derechos de la Niñez), Estela Anayeli Torres Santoyo (responsable del área de vinculación con comunidades del Centro de Servicios y Atención Integral para la Familia de la Universidad Marista de Guadalajara) y Gabriel León Barragán (director general de Mayama), maestras y maestros de este programa. Moderó el licenciado Tomás Eduardo Trinidad López, adscrito al Área Especializada de Atención a Niñas, Niños y Adolescentes de la Primera Visitaduría General de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos Jalisco.
 
Las y los especialistas coincidían en que una de las tendencias arraigadas socialmente es la de considerar a las infancias como objeto de propiedad o de protección y no como sujetos de derecho. La maestra Torres, de este modo, nos exhorta a reconocer la dignidad de esta población y respetar sus voces, pues ellas y ellos saben siempre cuando reciben violencias.
 
La maestra Cabrera nos invita a reflexionar no tanto en cuáles son las condiciones de trabajo infantil y adolescente, sino cuáles son las razones y contextos que están llevando a estas y estos menores de edad a tomar la decisión, si es el caso, de trabajar. Este trasfondo solicita nuestra atención para eventualmente erradicar estas condiciones que posibilitan la explotación laboral infantil y el trabajo adolescente.
 
El maestro León, por su parte, señalaba la importancia de generar políticas y programas con un enfoque sistémico y transdisciplinario con una participación multiactor, pues los problemas que atraviesan las infancias no pueden ser vistos como un fenómeno que les ocurre de forma individual o en el que solo son responsables sus padres o cuidadores inmediatos: en toda la sociedad jugamos un papel fundamental, pues afianzamos actitudes estructurales y discursos institucionalizados que restan credibilidad y atención a infancias y adolescentes.
 
El contacto horizontal es fundamental, como explica la maestra Aguirre: la jerarquía adultocéntrica y la postura desde el expertise (“yo te explico a ti porque tú no sabes”) no es sostenible y resulta dañina. La maestra nos propone como alternativa relacional la escucha empática y el trato digno sin discriminación (desde un profundo y genuino respeto) para lograr una prevención de las violencias.
 
Finalmente, la maestra María de Lourdes López Mendoza, además de proponer la profesionalización y capacitación continua de funcionarias y funcionarios, mantiene la apuesta por la empatía y la tolerancia para las personas con las que convivimos. La escucha para todas las infancias y adolescentes con quienes tenemos contacto resulta de vital importancia, sean o no de nuestra familia, pues nuestra intervención podría resultar benéfica para prevenir las violencias que reciben y que, en la edad adulta, podrían ejercer.
 
Atentamente
 
Piensa y Trabaja
Año del legado de fray Antonio Alcalde en Guadalajara
 
Guadalajara, Jalisco, 10 de diciembre de 2021
 
Texto: Andrea López
Fotografías: Servando Alvarado | Adriana Joaquín